Por su ubicación geográfica, el estado méxicano de Quintana Roo es paso obligado para el trasiego de droga desde Sudamérica o Centroamérica hacia Estados Unidos, y las formas y métodos de las organizaciones del narcotráfico para lograr su fin se han ido adaptando a las circunstancias.
Hoy, en esta entidad, donde el consumo de drogas entre la población va al alza, se tiene detectado que nuevamente sus playas son escenario del “bombardeó” de cocaína desde aviones, barcos o lanchas, de acuerdo con informes de la Secretaría de Marina (Semar), Procuraduría General de la República (PGR), autoridades locales y expertos en el tema.
Incluso, los recientes recales de cocaína asegurados en las playas turísticas de Cancún, Playa del Carmen y Cozumel durante este mes, superan el volumen decomisado en año y medio por las autoridades, según datos oficiales de la PGR. La dependencia, al igual que la Semar, precisó que de enero de 2010 a junio de este año lograron asegurar más de 75 kilos de cocaína, pero tan sólo en los últimos 10 días se hallaron 93 kilos del mismo alcaloide en las playas de Quintana Roo.
Desde hace más de un lustro se había dado un descenso de estos recales, cuando en 2002 se dio un “boom” y ahora nuevamente, casi desde finales de 2010, estamos notando un incremento del arribazón de droga, afirmó Gumersindo Jiménez Cuervo, ex comisionado de Seguridad Pública en Quintana Roo y actual director de la policía municipal de Othón P. Blanco. “Los aviones con ayuda de la tecnología GPS están siendo usados a ras del agua para bombardear la droga, pero con la premura o las condiciones climatológicas alguna de éstas no logran ser recolectadas y es la que esta recalando a la orilla de las playas de Cancún, Cozumel y Solidaridad”, explicó.
Las operaciones de “bombardeo” de droga que viene marcada con ciertos colores o en algunos casos el embalaje trae figuras de escorpión, piscis o pegaso para identificar procedencia y laboratorio, deben ser de forma muy apresurada, ya que además la Secretaría de la Defensa Nacional cuenta con radares en esta región fronteriza con Belice y Guatemala para detectar la presencia de vuelos clandestinos relacionados con el narcotráfico.
La tecnología de este tipo ha permitido en el pasado importantes aseguramientos, como en junio de 2005 cuando se detectó y persiguió una avioneta de origen colombiano que finalmente se desplomó con dos tripulantes, los cuales murieron, pero logaron el aseguramiento de una tonelada de cocaína, en El Gallito, Quintana Roo.
Desde la década de los 90, los recales de droga empezaron acentuarse en la entidad, pero con más presencia en el sur, en lo que hoy se conoce como la Costa Maya, desde Punta Herrero hasta Xcalak a través de las famosas lanchas rápidas “Eduardoño” de Colombia, dijo. El narcotráfico usa estas lanchas de tres motores fuera de borda con 250 caballos de fuerza para llegar a las costas mexicanas en tan sólo 18 horas y descargar la droga, pero no ha sido el único medio de transporte que utilizan, también están los submarinos y aviones, comentó.
Quintana Roo por su ubicación estratégica es utilizado por los cárteles para el trasiego de la droga que proviene de Sudamérica con destino final Estados Unidos y Canadá, señaló Jiménez Cuervo.
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