lunes, 5 de septiembre de 2011

Alianza de Pemex con constructora preocupa en España,

El ex presidente español puso en tela de juicio las buenas intenciones de la paraestatal mexicana y dijo que hay riesgos.

CIUDAD DE MÉXICO, 5 de septiembre.- Felipe González, ex jefe del Gobierno español (1982-1996), se sumó a las críticas por la alianza de Pemex con la constructora española Sacyr, para tener un mayor peso en el seno de la petrolera ibérica Repsol YPF.

El ex presidente puso en tela de juicio las buenas intenciones de la paraestatal mexicana y expresó que ello representa un riesgo para su país, pues la empresa es clave en el suministro de gas y enegría eléctrica.

“Que me digan que Pemex va a tener como prioridad número uno mantener la españolidad de Repsol es una broma, ¿no? Lo que tendrá es la obligación de defender los intereses mexicanos como empresa pública”, expresó González, quien disintió así del gobierno español, que considera la alianza como una operación meramente empresarial.

El 29 de agosto, Sacyr y Pemex alcanzaron un acuerdo para votar de manera conjunta en el Consejo de Administración de Repsol, para lo que la paraestatal mexicana se comprometió a aumentar su participación a 9.8 por ciento (la constructora española posee 20 por ciento).

El viernes pasado, Pemex, a través de su filial P.M.I. Holdings, adquirió 56 millones 377 mil 90 acciones de Repsol YPF (4.62 por ciento del capital de la petrolera española), por mil 150 millones de euros (mil 630 millones de dólares).

Con ello, la paraestatal mexicana alcanzó una participación de 9.43 por ciento.

La prensa española ve en este acuerdo un intento de Luis del Rivero, presidente de Sacyr, de hacerse del control de la petrolera española, pues la alizana propone separar las funciones del presidente del Consejo de Administración y del primer ejecutivo de la petrolera, cargos que hoy recaen en Antonio Brufau.

“Sacyr repite su intento de tomar el control de la petrolera, como ya hizo en el pasado buscando aliados extranjeros, algunos bastante exóticos como la india Essar, la china Sinopec e incluso la rusa Lukoil, salpicada por escándalos de corrupción y mafia rusa”, publicó ayer el diario español El País.

“En la práctica, se trata de tomar el control efectivo de la compañía y decidir su futuro ante cualquier oferta que pueda llegar por la petrolera”, añadió.

El rotativo recordó que Sacyr se endeudó con cinco mil 175 millones de euros para adquirir su participación en Repsol, con las acciones como garantía, pero éstas se han devaluado y su inversión tiene hoy una minusvalía de dos mil millones de euros.

Por ello, El País señaló que el hecho de que 70 por ciento de la inversión de Pemex fuera por medio de crédito “levanta sospechas”.

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