miércoles, 5 de octubre de 2011

Anarquistas, al acecho del DF

Los grupos anarquistas que operan en el país eligieron al Distrito Federal para llevar a cabo varias acciones violentas en contra “del capital”, del avance de la tecnología y de “todo lo que signifique orden”.

El pasado 8 de agosto dimos a conocer en este espacio la existencia de grupos anarquistas en México, uno de los cuales atentó en enero de este año contra el embajador de Chile en nuestro país, Germán Guerrero.

El ataque —fallido por fortuna— contra el embajador mediante el envío de dos paquetes bomba fue ocultado por las autoridades federales y del Distrito Federal, y no ameritó ni siquiera el inicio de una averiguación previa, según la PGR.

Con información proporcionada por fuentes que tienen acceso a los servicios de inteligencia, advertimos que se aproximaba un septiembre negro por el riesgo de acciones violentas por parte de grupos de anarquistas y de grupos ligados a la guerrilla.

Estos grupos de anarquistas que las autoridades federales y capitalinas han subestimado, atacaron el pasado 11 de agosto a dos científicos del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México, con bombas de fabricación casera.

Con el mismo modus operandi, grupos de anarquistas realizaron por lo menos cinco ataques a objetivos académicos y comerciales en el Distrito Federal durante septiembre.

Y a finales de ese mes realizaron las primeras acciones de mayor envergadura: el incendio de una bodega en la delegación Coyoacán y en el Wal-Mart de Buenavista, en el DF, y el incendio de un centro comercial en Guadalajara, Jalisco.

De acuerdo con la página de internet Liberación Total, en la cual confluyen grupos anarquistas de todo el mundo, el pasado 15 de septiembre se unieron 11 grupos mexicanos para conformar la Conspiración de las Células del Fuego, como una fracción de la Federación Anarquista Informal de México.

Su primer ataque tuvo lugar el 27 de septiembre, cuando prendieron “fuego liberador” a una bodega ubicada en avenida Pacífico, entre Miguel Ángel de Quevedo y Eje 10 Sur, delegación Coyoacán.

Al día siguiente atacaron con bombas incendiarias el Conalep plantel Aeropuerto, ubicado en la Tercera Sección de la colonia Arenal.

El 23 de septiembre, otro grupo anarquista —el mismo que atentó contra el embajador de Chile— hizo estallar un explosivo en las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad de la colonia Agrícola Oriental, delegación Iztacalco.

Y el pasado viernes, la Conspiración de las Células del Fuego incendió simultáneamente el Wal-Mart de Buenavista, en el DF, y el centro comercial Pabellón de la avenida Patria en Guadalajara, Jalisco.

Los ataques más recientes fueron la colocación de un explosivo de fabricación casera en un banco de la delegación Tlalpan, durante la madrugada del pasado lunes.

Y el envío, ayer, de dos paquetes bomba, que al explotar lesionaron a tres empleados de la empresa de mensajería Multipack.

Por alguna razón, los anarquistas mexicanos han enfocado sus baterías en las últimas semanas hacia objetivos ubicados en el Distrito Federal, incluidas las autoridades, las cuales son descalificadas frecuentemente en sus comunicados.

Los anarquistas mencionan por su nombre al jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, y al procurador, Miguel Mancera, a quienes acusan de minimizar y ocultar sus acciones.

El activismo de los anarquistas en el DF coincide con la repentina aparición de cabezas humanas, que hablan de una presencia importante de la delincuencia organizada.

La pregunta es si después de estos hechos, las autoridades capitalinas mantendrán su actitud de subestimar los riesgos y de decir que la delincuencia organizada, y ahora los anarquistas, solo están de paso.

lacrónica

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